5.7.12

Lugo: “Franco es un oportunista que nunca hubiese llegado a la presidencia si no es por un golpe de Estado”

via tercera informacion




















La sonrisa no se le ha borrado del rostro, es la misma que tuvo cuando anunció que aceptaba el golpe por parte del Congreso paraguayo. Esa noche, recordamos, dijo que salía por la puerta más grande: la del corazón de sus compatriotas.

Con esa misma sonrisa recibe al equipo de Agencia Andes. Los tiempos apremian, la prensa internacional vigila la sede del Partido País Solidario, uno de los tres lugares donde pasa sus días Lugo en su calidad de presidente depuesto, como otrora en campaña electoral. Las presiones son muchas, aún así sus palabras son lúcidas…

- ¿Cuáles fueron las razones estructurales para que la derecha paraguaya lo haya sacado del poder?

Yo suelo decir que en la clase política paraguaya yo soy un sapo de otro agujero. Para decirlo más elegantemente, soy un outsider como dicen los ingleses. Yo creo que nunca fui bienvenido en la clase política paraguaya por desplazar a tantos líderes con prácticas políticas tradicionales –prendarias, clientelares-, a los partidos que han estado acostumbrados a eso. Romper con ese esquema por supuesto que le molestó a la clase política tradicional y aunque este hecho se consumó la semana pasada, se vino hablando desde hace mucho tiempo. Incluso, informes de la embajada americana dicen que desde 2009 esto se iba gestando para llegar a su materialización la semana pasada. A ese día yo le llamo el viernes negro en la política paraguaya.

- ¿Es esa vinculación con los sectores campesinos, con los sectores populares, la que hace que suceda todo esto?

Los grupos de poder en el Paraguay, los grupos de poder tradicionales, actúan en la sombra, manejan un gran capital proveniente del narcotráfico, del contrabando, de la ilegalidad, el tráfico de armas tienen sus relaciones con la clase política paraguaya. Creo que ellos decían “no, este individuo no nos conviene. Hay que cortarle las alas, si esto sigue, en el 2013 nosotros no volvemos”. Pero creo que nos han hecho un favor porque ahora, más que nunca, la gente está mostrando su indignación porque truncaron ese proceso democrático que tanta falta le hacía a este país. Paraguay no tiene tanta tradición democrática como otros países pero estábamos poniendo los cimientos de una democracia participativa, especialmente de los sectores populares, de los más desprotegidos. Precísamente, son ellos los que ahora -en las calles, en las plazas y en las rutas- están demostrando su indignación por lo acontecido la semana pasada.

- Mientras los presidentes de la Región le deban su apoyo, usted aceptaba este golpe. ¿Por qué?

Este presidente es genuinamente pacifista. Aquí hay una tradición de violencia en estos acontecimientos, está muy reciente en la memoria lo ocurrido en marzo de 1999, donde ocho muchachos perdieron la vida por disparos de francotiradores. Creemos que en la matanza de Curuguaty también estaban francotiradores: los campesinos no apuntan directamente a la cabeza, al cuello y al corazón. Eran profesionales de la muerte. Creo que para evitar eso nos tuvimos que someter a un juicio político injusto en su gestación, en su desarrollo y en sus consecuencias.

Uno lee detenidamente los argumentos que la Cámara de diputados presenta en el libelo acusatorio y es como para reírse. Es una falta de seriedad decir que el hecho de que yo haya firmado un acta de defensa –el tratado de Ushuaia- es un motivo para excluirme del poder. De ser así, todos los presidentes que firmaron ese documento están propensos a ser apartados de sus cargos como un argumento de mala gestión dentro del Ejecutivo.

- El presidente Rafael Correa ha hablado de lo legítimo sobre lo legal en este proceso; Federico Franco dice que ha conseguido los mismos votos que usted. ¿Dónde radica su legitimidad y donde la ausencia de ésta en el argumento de Franco?

Franco no tuvo los mismos votos que yo. Franco en este momento ocupa, cómodamente, el tercer puesto en su partido. En las elecciones internas de su partido, él ocupó el tercer puesto. Es decir, el jamás tuvo la preferencia en su propio partido. Me hubiera gustado que participara como candidato a presidente de la República y que diga que realmente tiene los votos para ser presidente. En ese sentido, creo que el Partido Liberal se aprovechó de la popularidad de Lugo en el 2008 para hacerse con la vicepresidencia. La ciudadadanía lo votó a él para ser vicepresidente, no para presidente. 

Pero, la herramienta jurídica constitucional que tiene Paraguay permite que el vicepresidente suceda al presidente en caso de muerte, inhabilidad o juicio político. Mal se puede decir que tiene todas las garantías legales porque se ha forzado la herramienta legal, como ha dicho el presidente de Colombia. Creemos que la ilegalidad aflorará por todos los lados cuando uno trate de analizar jurídicamente lo que se ha hecho el viernes pasado en el parlamento nacional.

- ¿Le parece que esto que usted vivió en Paraguay es la nueva estrategia de la derecha para hacerse del poder. No ya con el militar gorila que impone la dictadura sino con estas estrategias parlamentarias?

Hay todo un laboratorio distinto al de la década del 70, en que los militares sí hacían sus golpes. Creo que en América Latina hay frágiles democracias de partidos progresistas que miran la ciudadanía y el bien común. Eso es un peligro, el peligro de cambiar paradigmas, de cambiar las prácticas políticas, de que sean beneficiados los olvidados de la historia, aquellos que están al margen de toda 
participación. Por eso las democracias participativas, protagónicas, molestan a sectores privilegiados que siempre estuvieron en el poder en todos los países de América Latina. Revertir esa situación es todo un proceso doloroso. Creo que eso ha pasado en Paraguay, ha pasado en Honduras y puede pasar ahí, donde la democracia no esté fortalecida.

- ¿Cómo define a Franco ahora, después de lo que hizo?

Un oportunista. Un oportunista que no tiene la posibilidad real de ser presidente y llegar a la primera magistratura. Nunca hubiera llegado si no es por un golpe de Estado parlamentario como lo ha hecho el viernes pasado.

Al salir, nos sonríe. Aprieta fuerte la nuestra con su enorme mano blanca. Mira a las cámaras, da media vuelta y se dirige hacia una silla de plástico donde ahora reposa aquel a quien eligieron 800.000 personas y destituyeron 39.

Grave amenaza del Bravo a la Patagonia

por Angel Guerra Cabrera via La Pupila Insomne

El golpe de Estado contra el presidente de Paraguay,Fernando Lugo, exige de una revisión de su estrategia y táctica por los gobiernos progresistas y las fuerzas populares latinoamericanas. Cabe recordar que Estados Unidos dispone de una gran pista de aterrizaje en Mariscal Estigarribia, sobre el Chaco paraguayo, lista para recibir aviones de transporte Galaxy y bombarderos B-52. Construida con el acuerdo de los mismos partidos oligárquicos que dieron el golpe parlamentario a Lugo, estos también han aprobado anteriormente el ingreso de tropas estadunidenses al país y señales recientes apuntan a convertir esa presencia en permanente.
El aeropuerto se ubica sobre el acuífero Guaraní -tercera reserva de agua potable del mundo-, a tiro de cañón de los campos gasíferos de Bolivia,  contra cuyo gobierno también apunta. Junto a las bases ya establecidas en ChilePerúEcuadorColombia y Antillas Holandesas conforma un dispositivo de cerco militar de la Amazonía, con su gran riqueza en biodiversidad, y de Brasil en su conjunto, a la vez que facilita el rápido traslado de un gran cuerpo expedicionario para actuar en América del sur.
El golpe, por consiguiente, busca establecer una amenazadora cabeza de playa del imperialismo estadunidense en una zona de enorme importancia geoestratégica, corazón del Mercosur y de Unasur. El monroísmo militar desborda así el Caribe y América Central para desplegarse de norte a sur en América Latina. Después del traspaso aPanamá en 1999 de las instalaciones del canal, donde se asentaba el Comando Sur(CS) de Estados Unidos, han proliferado maniobras conjuntas de sus fuerzas con ejércitos latinoamericanos y acuerdos de seguridad o pequeñas bases militares, que ahora abarcan desde México, pasando por El Salvador, Honduras, de nuevo Panamá y hasta Paraguay. Los jefes del CS han venido planteando ante comisiones del Congreso en Washington que los peores enemigos de Estados Unidos son el “narcoterrorismo”, la inestabilidad política y el surgimiento de movimientos radicales “populistas” en América Latina. Esta criptografía describe a los gobiernos de Hugo ChávezEvo Morales, Rafael CorreaDaniel OrtegaCristina Fernández y Dilma Rouseff, y a los movimientos populares, entre ellos el encabezado por Andrés Manuel López Obrador. De modo que Estados Unidos considera enemigos a los gobiernos y movimientos que no satisfagan sus intereses ni se plieguen a sus deseos, por más apoyo popular que disfruten. Pero entre más tibia –que no prudente- la postura de un líder ante Washington, menos apoyo popular recibirá y mayor será el riesgo de ser destituido o frenado.
La cuestión es muy clara. Como ha apuntado el politólogo cubano Roberto Regalado (www.rebelion.org/noticia.php?id=152139), después de la caída del muro de Berlín Washington se equivocó al considerar que el modelo de democracias neoliberales podía funcionarle indefinidamente mediante la alternancia entre candidatos de los partidos que defienden esa ideología. Probablemente llegó a esa conclusión al considerar que el espíritu de rebeldía de las masas había quedado cercenado tras el asesinato de decenas de miles de revolucionarios y luchadores sociales  por el pinochetismo, la Operación Cóndor y la guerra sucia, en esa orgía de sangre armada por la CIA que abarcó de la Patagonia a Méxicoentre los años sesentas y ochentas del siglo 20. No se percató de que precisamente las políticas neoliberales, cuya aplicación a rajatabla promovió en América Latina y el Caribe terminarían por revertir en una ola de luchas y protestas sociales.  Y que la cresta de esa ola colocaría al mando, o en el umbral, de un grupo apareciable de gobiernos de la región a importantes fuerzas y líderes populares.
Entonces esperaba la inminente rendición de Cuba, estrechamente vinculada como estaba su economía a la derrumbada URSS. Grave error de apreciación, pues aquella llama de rebeldía mantenida en las circunstancias más adversas de hostilidad y cerco yanqui, fue una gran fuente de inspiración de las mencionadas luchas.  Y traigo también Cuba a colación porque más de medio siglo de victoriosa resistencia a la hostilidad política, militar, las acciones terroristas y la guerra económica del imperialismo yanqui sólo han sido posibles en virtud de dos factores fundamentales: uno, la unidad monolítica y sin fisuras de su pueblo y sus organizaciones ante Washington; y dos, no haberle hecho una sola concesión de principios.

Legisladores bolivianos advierten injerencia de EEUU en instalación de base militar en frontera de Paraguay



Legisladores bolivianos del Movimiento Al Socialismo (MAS) coincidieron el miércoles en advertir una nueva injerencia de Estados Unidos con la instalación de una base militar en el Chaco de Paraguay, cerca de la frontera con Bolivia, en la eventualidad de una posible guerra con este país andino amazónico.

El diputado Carlos Aparicio consideró “terribles” las declaraciones del presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados de Paraguay, José López Chávez, quien admitió haber adelantado negociaciones con militares de alto rango de Estados Unidos para instalar una base militar en el Chaco de Paraguay.

“Es terrible porque una amenaza para la soberanía del país, una amenaza para todos los pueblos de América Latina que tienen la visión de no sometimiento al imperio, que tienen la visión de hacer espetar sus soberanía y su dignidad”, fundamentó.

En esa dirección, el legislador pidió a los gobiernos de la región a que se pronuncien contra esa “nueva injerencia de Estados Unidos”.

“No es posible que el gendarme mundial intente educarnos a la fuerza, somos rebeldes porque nos han hecho mucho daño, han dañado nuestra soberanía, nos han empobrecido, nos han postrado en el subdesarrollo y ahora queremos corregir todo ese retraso histórico que tenemos a consecuencia de una intervención directa de Estados Unidos y de sus gobernantes que han sido títeres”, sustentó.

Por su parte, el diputado Franklin Garvizú sostuvo que las declaraciones del legislador paraguayo “reafirman de que hay una actitud de injerencia de Estados Unidos”.

“Hay una desesperación de mantener bajo su dominio a nuestro Estado, nos están vigilando desde las fronteras”, complementó.

A su turno, el diputado Luis Alfaro demandó la conformación de una comisión legislativa para que verifique la operación de esa base militar en la frontera boliviana.

“Es una injerencia directa en Bolivia, no estamos lejos de Paraguay y por eso no descartamos la injerencia y eso sería algo peligroso para el país”, afirmó.

ABI